lunes, 27 de abril de 2015

MANTÉN LA JUVENTUD AYUNANDO UNA VEZ A LA SEMANA...ES POSIBLE?



Si quieres vivir muchos años y sentirte bien, nuevos estudios indican que tienes que no comer una vez a la semana. Le ganarás la batalla al paso de los años que tanto preocupa. Al parecer, las cremas y los tratamientos externos no son suficiente. Mantén la juventud ayunando una vez a la semana y siéntete de maravillas...

¿Cómo podemos saber que esto será bueno para nosotros? ¿Es posible no comer por un día? ¿Puedo soportar el hambre y el dolor de estómago? Estas son todas preguntas cuya respuesta encontrarás en el siguiente artículo.

Por qué el ayuno es bueno para nuestra salud?
Pensemos en algo interesante: nuestro sistema digestivo siempre está activo, aun cuando nosotros estamos durmiendo. Las enfermedades que padecemos tienen mucho que ver con las toxinas que se van acumulando a lo largo de los años producto de lo que comemos. Si sabemos que dormir bien es vital para nuestro organismo, ¿por qué no lo sería darle un descanso al estómago?

Mahatma Gandhi fue uno de los defensores del ayuno y lo hizo en variadas ocasiones. Por esta práctica, según los investigadores, el hombre vivió con mucha lucidez y actividad. Falleció porque le dispararon a los 79 años, de lo contrario, hubiera vivido mucho tiempo más. Sin embargo, este tipo de ayuno no es recomendable para todas las personas. Aquellos que dejan de comer varios días porque creen que adelgazarán no están en lo cierto. Un ayuno de 3 semanas provoca pérdida de músculo y no de grasa y, además, afecta directamente al corazón.



Según se indica, el cuerpo humano tiene la capacidad para vivir 10 días sin comer y sin sufrir daños. Igualmente, lo ideal es no mantenerlo durante más de tres días consecutivos, y es mucho mejor hacerlo una vez a la semana para resultados óptimos.

Entre los principales beneficios que aporta el ayuno tenemos que destacar la regeneración de los órganos. Esto repercute en una sensación y apariencia más joven y en la capacidad de sentirse bien y saludable. Te dará a su vez una mayor lucidez mental, tendrás mejor ánimo, fortalecerás el sistema inmune y serás más productivo en el trabajo. Hay quienes incluso afirman que ayunar cura enfermedades crónicas como puede ser el asma, la artritis, la hipertensión o las alergias.

No solo las ventajas son a nivel físico, sino también emocional o espiritual. El ayuno repercute en una mayor paz mental, produce alegría, nos permite ver la vida de otra manera, nos hace entender la alimentación como algo que sirve para nutrir y no para hacer daño, etc.

¿Cómo puedo empezar a ayunar?
Existen diferentes tipos de ayuno, pero para los primeros tiempos será mejor que practiques aquel que restringe los alimentos sólidos durante todo el día. No puedes tampoco esperar ansioso que sean las 12 de la noche y comer un buffet porque sería contraproducente para ti y para tu cuerpo. Se aconseja que la ingesta de líquidos y zumos diarios no supere las 300 calorías.

No inicies tu rutina de ayunos de un momento al otro. Lo mejor será preparar al cuerpo. El día anterior, come vegetales y frutas crudas únicamente (además de agua e infusiones de hierbas).

Si quieres seguir un plan de ayuno con un día sin alimentos sólidos a la semana, come normalmente cuatro días y los tres restantes modifica tu alimentación: pre ayuno, ayuno y post ayuno. Estas tres jornadas son especiales y requieren de cierta preparación.

Primer día (pre ayuno)
Si, por ejemplo, harás el ayuno el sábado, el viernes sigue una dieta de frutas y vegetales crudos, la cantidad que quieras. Puede que tengas hambre, pero no caigas en la tentación de comer algo más pesado o fuera de lo permitido. Recuerda que puedes beber zumos de fruta, batidos, infusiones y caldos, siempre y cuando sean naturales. Finaliza el día cenando liviano y acostándote pronto.

Segundo día (ayuno)
Después de dormir 8 horas seguidas, comienza tu día de ayuno con mucha agua. Es bueno que ese día te quedes en casa (por ello se recomiendan los fines de semana) y te mantengas ocupado con tareas que no requieran mucho esfuerzo. Aprovecha para leer, para meditar, para acomodar la ropa, para regar las plantas, cosas que no te requieran demasiado gasto de energías. Bebe agua sola o bien puede ser agua de frutas (ciruelas, manzanas, naranjas), sin comer la fruta.

Algunos optan por zumos naturales y caldos de vegetales, sin embargo, todo depende de tus características y también de lo que incluyes en estos alimentos. Si solo es zumo de naranja está bien, pero no si añades la pulpa de la fruta. Si el caldo de verduras ha sido filtrado y es simplemente el agua, es correcto, pero no si dejas los vegetales cortados o procesados. La idea del ayuno líquido es que no te deshidrates y que el estómago no tenga que digerir alimentos. Tampoco es bueno “engañar” al estómago con líquidos cuando se tiene hambre.

Tercer día (post ayuno)
Como ya se dijo antes, no se trata de esperar a que termine el día e ir corriendo a la nevera. El tercer día de la semana (que podría ser el domingo), aprovecha para hacer dieta de todo aquello que no es bueno para tu salud, es decir, las harinas blancas, los azúcares refinados, la comida rápida, las grasas, los fritos, las carnes y los lácteos. En cambio, puedes ingerir frutas, vegetales (en lo posible, crudos), frutos secos, legumbres y harinas integrales. Come poca cantidad y no hagas demasiados esfuerzos físicos.

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